miércoles, 22 de noviembre de 2017

¿Es cierto que los suplementos vitamínicos previenen el cáncer?

Realizado por:
Rafael Pablo Jiménez Pinilla
Sergio Romero Reyes

Una pregunta muy común entre las personas es, ¿por qué me ha dado cáncer, si todo lo que consumo es saludable y además tomo una abundante cantidad de vitaminas? Al terminar de leer esta noticia quedará resuelta esta duda.

http://blog.hola.com/farmaciameritxell/2016/07/vitaminas-del-grupo-b.html




Para comenzar e ir introduciéndoos en este tema, vamos a realizar una breve información sobre que son las vitaminas y para que sirven.

¿Qué son y para qué sirven las vitaminas?

 Las vitaminas son sustancias inorgánicas que están presentes en los alimentos y resultan imprescindibles para la vida. Las vitaminas son esenciales, quiere decir que son necesarias para nuestro organismo, y es que, cada una de las 13 vitaminas tienen una función específica en el funcionamiento del cuerpo, siendo indispensables dentro de la alimentación de cualquier individuo. Su carencia en el organismo de una persona puede desencadenar problemas de salud. Por ello, debemos tomarlas obligatoriamente del exterior, ya que nosotros mismos no somos capaces de sintetizarlas a partir de reacciones químicas. Si se produce un desajuste en sus niveles (hipo o hipervitaminosis) o existe una ausencia de las mismas (avitaminosis) el organismo no trabaja bien y se producirán alteraciones.


Vitamina A (retinol)
Vitamina B9 (ácido fólico)
Vitamina B1 (riamina)
Vitamina B12 (cianocobalamina)
Vitamina B2 (riboflavina)
Vitamina C (ácido ascórbico)
Vitamina B3 (riacina)
Vitamina D (calciferol)
Vitamina B5 (ácido pantoténico)
Vitamina E (tocoferol)
Vitamina B6 (piridoxina)
Vitamina K
Vitamina B8 (biotina)


La mayoría de las vitaminas funcionan, entre otras cosas, como cofactores o co-enzimas de reacciones químicas. Es decir, son elementos imprescindibles para que esa transformación, minúscula pero constante, tenga lugar en nuestros órganos. Las vitaminas no aportan energía al organismo, es decir, son nutrientes acalóricos. Por este motivo, en una dieta hipocalórica o adelgazante, no hay que reducir el aporte vitamínico.

El cáncer y su relación con los suplementos vitamínicos.

En 1947 Lucy Wills, doctora británica, descubrió que una anemia común en la India era causada por la deficiencia de un nutriente, más tarde identificado como vitamina B-9, también conocido como ácido fólico o folato. La vitamina B-9 restauró la sangre de estos pacientes a la normalidad.

Sidney Farber (https://es.wikipedia.org/wiki/Sidney_Farber)
Para ese tiempo el Dr. Sidney Farber pensó que el ácido fólico podría también ayudar a restaurar la sangre de los niños con leucemia linfoblástica aguda. Pero contrario a lo que él esperaba, el ácido fólico empeoró la condición de sus pacientes pediátricos. Más tarde y como se dice que de los errores siempre surgen grandes descubrimientos, pensó que si el ácido fólico produce estos síntomas en los pacientes, una sustancia antagónica (aminopterina y metotrexato) solucionaría este problema, descubriendo la importante actividad antileucémica de estas dos sustancias.

Demos ahora un avance del 1947 al 2009 y trasladémonos a Noruega donde se diseñó un estudio para determinar si los suplementos de vitamina B, incluyendo ácido fólico, serían capaces de mejorar la salud cardiovascular. Este estudio consistió en dividir en cuatro grupos a un gran número de sujetos: el primer grupo recibió todas las vitaminas del llamado “complejo B” que incluye ácido fólico, B-6 y B-12; al segundo grupo se le administró ácido fólico más vitamina B12; al tercero solo vitamina B-6, y el cuarto grupo solo recibió placebo (una pastilla inactiva). El estudio no demostró ningún beneficio cardiovascular pero, peor aún, los pacientes que recibieron la combinación de ácido fólico con cualquier otra vitamina B, obtuvieron un resultado inesperado: la incidencia de malignidades hematológicas fue 43% más alta comparada con las del grupo placebo. Estas malignidades incluían las leucemias. Lo que es más importante aún, también ocurrieron otros tumores entre los cuales el más frecuente fue el de pulmón, que ocurrió 59% más comúnmente en los que consumieron vitamina B que en el grupo placebo.

Sin embargo, en el año 2000, en Estados Unidos, había ya comenzado un estudio con el propósito de aclarar algunos resultados equívocos acerca del mismo tema de la vitamina B y el cáncer. Y los resultados de este otro son todavía más alarmantes que los del estudio noruego. Los hombres que habían consumido suplementos adicionales de vitamina B-6 y B-12 por 10 años tuvieron una incidencia casi el doble de cáncer de pulmón. Es importante explicar que cuando nos referimos a suplementos adicionales estamos aludiendo específicamente a aquellas personas que consumieron vitaminas del tipo B en dosis más altas de lo que usualmente contiene una cápsula de multivitaminas. Curiosamente, este fenómeno solo se observó en hombres y casi exclusivamente con las vitaminas B-6 y B-12. El aumento en riesgo de cáncer de pulmón fue todavía peor en fumadores.

Este efecto nocivo de las vitaminas no se limita exclusivamente a las del complejo B. Otro estudio diseñado para determinar si la vitamina A era eficaz en la prevención de cáncer de pulmón en fumadores obtuvo resultados paradójicos con una más alta incidencia de cáncer de pulmón en aquellos tratados con Vitamina AY esto de las vitaminas no solo implica el cáncer de pulmón. En un estudio denominado “SELECT” se registró una incidencia más alta de cáncer de próstata en aquellos sujetos tratados con vitamina E de 400 unidades al día, comparado con los que no recibieron ninguna.

Como conclusión y una vez analizados estos datos podemos decir que el consumo de vitaminas en exceso es nocivo para la salud. La mayoría de personas consumen suplementos vitamínicos innecesariamente. Al preguntarles por qué, la mayor parte responde que espera que les mejore su estado de salud. No entienden que con una dieta equilibrada se pueden obtener todas las vitaminas necesarias sin necesidad de consumir este tipo de suplementos vitamínicos, su aporte tan solo es beneficioso con el uso regulado y recomendado por un médico. 

Esperamos que con toda esta información quede resuelta la duda que hemos planteado al principio.

Referencias

-Cuatro viatminas que alimentan el cáncer


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