domingo, 26 de noviembre de 2017

Abusar del alcohol podría ser peor de lo que imaginabas

Alejandro Medina Jaraba
Alberto Ruiz Muñoz

Todos conocemos, en algunos casos por experiencia propia, los efectos que puede tener un consumo en exceso de alcohol en nuestro cuerpo, sin embargo, podría existir un efecto mucho peor que una simple resaca al día siguiente.
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https://salud.uncomo.com/articulo/como-afecta-el-alcohol-al-cerebro-29251.html

Nuevas investigaciones parecen haber dado con un alarmante efecto nocivo, hasta hace poco desconocido, la inflamación cerebral.

¿QUÉ ES EL ALCOHOL?

Pero primero situémonos. ¿Qué es el alcohol? El alcohol etílico o etanol es una pequeña molécula presente en todas las bebidas alcohólicas, que por su estructura y propiedades es capaz de penetrar la barrera hematoencefálica situada en el cerebro. 

                                                                                            

 La BHE es un sistema de células que mantiene al cerebro relativamente aislado de la sangre.

      
Otros de los efectos negativos de una conducta alcohólico son: daño hepático, pancreatitis, neuropatías periféricas y aumento del riesgo de sufrir cáncer. A nivel del sistema nervioso central se sabe que es un potente neurodepresor, pudiendo desarrollar el individuo tolerancia y requerir mayores dosis para satisfacer sus necesidades. 

http://web-salud.blogspot.com.es/2014/07/abuso-alcohol-organo.html
Sin embargo, uno de los efectos del abuso del alcohol de más reciente descubrimiento es la inflamación del cerebro. 

¿CÓMO OCURRE? RECEPTORES TLR

Para hablar de este efecto, primero es necesario explicar qué son los receptores TLR: 
Son una familia de proteínas claves para la inmunidad innata. Estos receptores son sensores de patógenos y reconocen patrones moleculares asociados a un amplio espectro de agentes infecciosos, pero además también reconocen y se activan por restos celulares procedentes del daño en algún tejido. Aunque la respuesta de estos receptores constituye un mecanismo rápido de defensa frente a las infecciones, su sobreactivación produce daño inflamatorio. De hecho, estos receptores TLR participan en un gran número de patologías no relacionadas con el alcohol, como el Alzheimer. 

Los nuevos estudios indican que el alcohol activa en células gliales el receptor TLR4, lo que desencadena la liberación de compuestos inflamatorios, dando lugar a esta inflamación cerebral. Estos estudios fueron llevados acabo en animales (ratones) a los que se les administró alcohol de forma continuada, simulando un consumo crónico de alcohol, o de manera intermitente en grandes cantidades, simulando el consumo habitual en la población joven.

EFECTOS EN EL CEREBRO

Los efectos encontrados en los cerebros de estos ratones fueron:

  • Inflamación.
  • Gliosis (proliferación perjudicial de las células gliales).
  • Alteraciones en las vainas de mielina que recubren las neuronas.
  • Muerte neuronal en la corteza cerebral.
  • Disfunciones cognitivas y de conducta.




CON VISTAS AL FUTURO

Estas alteraciones se han observado también los cerebros de humanos con consumo crónico de alcohol, sin embargo, no se observaron (o aparecieron de forma muy atenuada) en ratones sin el receptor TLR4. 

Estos resultados llevan a pensar a los investigadores en posibles terapias futuras para paliar los efectos del alcohol en el cerebro que consistan en el control de la activación de estos receptores.


Referencias:
Guerri, C. Unidad de Patología Celular. Centro de investigación Príncipe Felipe de Valencia. (21/12/2017)

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