sábado, 25 de noviembre de 2017

LOS TATUAJES VIAJAN POR TODO EL CUERPO

Carmen Villar Fernández
David Saavedra Muñoz


¿Son perjudiciales los tatuajes? ¿Afectan sus sustancias a nuestro organismo? Quizás deberías informarte detenidamente antes de hacerte un tatuaje.

Imagen relacionada
Imagen 1: Tatuaje

Un artículo publicado en la revista científica Nature (septiembre 2017) revela un estudio realizado sobre la distribución y efectos de los pigmentos contenidos en los tatuajes.




Antes de hacernos un tatuaje…

A la hora de hacernos un tatuaje solemos preguntarnos sobre problemas de seguridad, higiene y sanidad, tales como agujas esterilizadas, establecimientos autorizados, profesional certificado… con el fin de disminuir el riesgo de trasmisión de enfermedades a través de la sangre (Hepatitis, VIH, etc).

Sin embargo, rara vez nos preguntamos de qué se compone la tinta, o si esta puede ser perjudicial para nuestro organismo.
Lo cierto es que los problemas toxicológicos o posibles degradaciones de los pigmentos de la tinta en el cuerpo humano no son aún del todo fiables, ya que los experimentos animales que serían necesarios para comprobar esto no son éticos, simplemente por el hecho de que los tatuajes son opcionales y carecen de necesidad médica (al igual que los cosméticos). Es por esto por lo que los posibles peligros de los tatuajes solo se han investigado mediante análisis químico de las tintas y su degradación in vitro.




Eliminación de los componentes de los tatuajes
Figure 1
Imagen 2: Transporte de los componentes de la tinta de
tatuaje desde la epidermis hasta los ganglios linfáticos

Los tatuajes se basan en la deposición de pigmentos insolubles en la dermis (capa de la piel situada bajo la epidermis). Tras el tatuaje, el cuerpo intenta expulsar los componentes por la epidermis, pero otra forma de limpiar el sitio de la realización del tatuaje es mediante el transporte activo (mediante fagocitos) o pasivo (vasos linfáticos) hasta los ganglios linfáticos. Es por esto por lo que los ganglios linfáticos se colorean tras un tatuaje.






¿De qué se compone la tinta de los tatuajes?

Los pigmentos de los tatuajes consisten, principalmente, en metales inorgánicos coloreados y sus óxidos, o en compuestos poliaromáticos, todos ellos supuestamente han de ser biológicamente inertes. Sin embargo, contienen también algunos productos nocivos para la salud, como conservantes o trazas inorgánicas contaminantes (Ni, Cr, Mn o Co).

Imagen 3: Negro de carbón

El material más usado es el conocido como “negro de carbón”, un material derivado de la combustión incompleta de derivados de petróleo. 







Imagen 4: Dióxido de titanio

El segundo compuesto más usado es el TiO2, un pigmento blanco utilizado para hacer sombras. Este compuesto inorgánico es el causante del enrojecimiento e hinchazón de la piel, y es muy frecuente encontrarlo en pinturas, pantallas solares, aditivos alimentarios…




Investigación

Hasta ahora nunca se había investigado la contribución de la tinta de los tatuajes en la cantidad total de elementos tóxicos en el cuerpo humano, ni la identidad ni tamaño de las partículas que migraban desde la dermis hasta los ganglios linfáticos. Tan solo se sabía, como ya se ha comentado, que los ganglios linfáticos se coloreaban, por lo que era evidente que los pigmentos llegaban hasta estas zonas.

El tamaño de las partículas de las tintas de los tatuajes puede variar de los 100 nm hasta 1 μm, luego estas contienen una pequeña fracción de nano partículas.

En este estudio, el pigmento investigado fue el TiO2 y su repercusión en los ganglios linfáticos. Mediante fluorescencia de rayos X, se localizaron micro y nanopartículas de TiO2 en la piel, pero solo las partículas más pequeñas, es decir, las nanopartículas, llegaban hasta los ganglios linfáticos. Esto conlleva a un aumento del tamaño del ganglio y a la exposición de estas sustancias durante toda la vida.




¿Qué hay de los tatuajes carcelarios?

En las cárceles, la realización de tatuajes dentro de los mismos centros penitenciarios está prohibida. Por esta razón, a los reclusos se les hace muy difícil conseguir el material necesario, y más si cabe conseguir material estéril y homologado.

De esta manera, tanto las máquinas como las tintas son en la mayoría de los casos caseras, valiéndose de tenedores y cucharas para poner la aguja paralela, la cual va enganchada a un motor con un eje, conectado a una pila. Los reclusos se valen de pequeños aparatos eléctricos para extraer el motor, y de cualquier material que pueda ser afilado como aguja.


Imagen 5: Máquina de tatuar casera

Ya por último, la tinta se puede conseguir mediante distintas formas:
  • Quemando bolsas de plástico y, una vez calcinadas, se machacan las bolas de carbonilla que se forman y se disuelven en alcohol o agua.
  • Quemando la parte cóncava de las latas de bebida, rascar el carboncillo que se queda y, ya por último, disolver el polvillo en agua o alcohol.
  • Sacando la tinta directamente de un bolígrafo, pudiendo obtener diferentes colores.


Como se puede imaginar, estos métodos no son para nada seguros.




Conclusión  

Ya sea en un centro homologado, en la cárcel (esperemos que no) o en cualquier otro sitio, es importante considerar los riesgos sanitarios pues, más vale prevenir que curar.

Si alguna vez decidimos hacernos un tatuaje, debemos considerar no solo aspectos básicos sobre higiene o seguridad, sino también sobre la composición de la tinta, ya que, como dice el título, “los tatuajes viajan por todo el cuerpo”, y no solo eso, sino que permanecen en él para toda la vida, tanto exterior como interiormente. 




Bibliografía





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