martes, 11 de noviembre de 2014

Edulcorantes artificiales ¿un riesgo para la salud?

Sustitutos del azúcar ¿Al rescate?...Hoy en día en todos los establecimientos nos podemos encontrar gran cantidad de productos y cada vez más se puede observar el término edulcorante en las etiquetas de éstos, pero ¿qué significa realmente? ¿son beneficiosos para la salud? .Para realizar una dieta baja en calorías los médicos recomiendan sustituir el azúcar industrial por edulcorantes artificiales como por ejemplo la sacarina, pero ¿sabemos realmente como afecta a nuestra salud? ¿tenemos la información suficiente?


La introducción de edulcorantes artificiales se produjo hace más de un siglo para ofrecer sabor dulce a los alimentos evitando así el elevado contenido calórico. Fue una adquisición muy tentadora debido a su bajo coste para la industria, así como baja ingesta calórica y reducción de peso.  A su vez médicos y endocrinos han colaborado con su consumo para permitir a sus pacientes diabéticos y con obesidad que sus dietas no fuesen tan amargas. Aunque a  día de hoy están sobre una balanza las ventajas e inconvenientes que proporciona.

Según un estudio reciente publicado en la revista Nature por el  Instituto Weizmann de Rehovot (Israel) han observado que el consumo de edulcorantes artificiales alteran la flora intestinal y potencia el desarrollo de intolerancia a la glucosa, diabetes.

El estudio se llevó a cabo con tres de los edulcorantes más utilizados, sacarina, sucralosa y aspartamo en una población de ratones, estos  se suministraron  al agua de bebida. La cantidad añadida se correspondía con la cantidad diaria recomendada por la  FAD (Food and Drug Administration) 5 mg/kg.
Niveles de glucosa en sangre-Imagen adaptada de "The Washington Post" © 2014

Los edulcorantes artificiales no realizan aporte calórico porque al pasar por el aparato digestivo llegan intactos a la flora intestinal, por lo que no se acumulan en el organismo. Esto llevó a pensar que podría existir una alteración.
Tras numerosas experiencias se concluyó con que los edulcorantes artificiales tenían influencia sobre la flora intestinal.

Luego, estos estudios se llevaron a cabo en humanos, sobre una población de 400 personas. Se les realizaron análisis nutricionales y de bacterias intestinales. Los resultados que se obtuvieron fue que los consumidores habituales de sacarina tienen niveles altos de hemoglobina glicosilada.

La segunda parte de este estudio, se redujo  hasta siete personas sanas, es decir, no eran consumidores habituales de estas sustancias, las cuales tomaron la cantidad diaria recomendada de sacarina por la FAD. Aunque no afectó a todos por igual, cuatro de los siete participantes presentaban estos síntomas. Basándose en un análisis precedente  que demostró la composición de su flora intestinal era diferente a los otros tres participantes.

“No todo el mundo responde negativamente a los edulcorantes artificiales”, señala Eran Segal. Pero “pueden ser perjudiciales para un sector amplio de la población”. También ha afirmado  “no creemos que haya base suficiente para cambiar las recomendaciones dietéticas”.

Este estudio ha causado polémica, ejemplo de ello es  que el secretario de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición Miguel Ángel Rubio publicó sus discrepancias en “El PAÍS”

Tras la información recogida en este artículo como bien dice Eran Segal, carece de base como para cambiar las recomendaciones dietéticas. Aunque puede ser un paso a la investigación de edulcorantes a día de hoy. Así como también el estudio no fue representativo.

Creemos que se está haciendo un uso abusivo de estas sustancias ya que la gran mayoría de los productos industrializados que están a nuestro alcance  los contienen, aunque dentro de un nivel permitido. Porque al ingerir varios de estos productos, podemos alcanzar fácilmente el límite máximo  establecido. Aun así basándonos en los datos obtenidos por este estudio,  “cada persona es un mundo” no afectará de igual modo ya que cada individuo tiene una dieta  y hábitos diferentes. Pese a ello recomendamos reducir la ingesta  de estos productos. 

Referencias
1. Suez, J.; Korem, T.; Zeevi, D.; Zilberman-Schapira, G.; Thaiss, C. A.; Maza, O.; Israeli, D.; Zmora, N.; Gilad, S.; Weinberger, A.; Kuperman, Y.; Harmelin, A.; Kolodkin-Gal, I.; Shapiro, H.; Halpern, Z.; Segal, E.; Elinav, E., Artificial sweeteners induce glucose intolerance by altering the gut microbiota. Nature 2014, 514 (7521), 181-186

2. Periódico “La Vanguardia”. España [en línea]. Actualizada: 18 septiembre 2014. [Fecha de consulta: 31 octubre 2014]. Disponible en: http://www.lavanguardia.com/salud/20140917/54416075546/sacarina-favorece-diabetes.html

Antonia Mata Mata
Mª Teresa Moreno Muñoz

2 comentarios:

  1. Hola, soy Cecilia Robles, nutrióloga, considero que es un interesante estudio, que nos permite avanzar en el conocimiento en el área de los alimentos, sin embargo, hay puntos importantes a considerar, uno de ellos es la generalización sobre los edulcorantes no calóricos, en un principio el estudio habla de 3 de ellos, sacarina, sucralosa y aspartame, y después se enfoca sólo en la sacarina; los resultados reportados se refieren básicamente a este edulcorante. Es importante no generalizar.
    También es importante considerar que la segunda parte del estudio en humanos fue con tan sólo con 7 personas, para llegar a conclusiones se necesitará de mayor investigación.

    Finalmente, es importante tomar en cuenta que los resultados del estudio no concuerdan con la vasta evidencia científica que confirma que estos endulzantes son seguros. Por ejemplo, la sucralosa, ha demostrado específicamente que no tiene efectos en la glucosa sanguínea o en los niveles de insulina.

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  2. Antonia y María Teresa8 de diciembre de 2014, 22:57

    Hola Cecilia, como podrá comprobar se ha modificado la entrada tras someterla a corrección. Respecto al uso de edulcorantes no se ha generalizado sobre su uso pues cada uno de ellos tiene una consecuencia, como es el caso de la sucralosa que se diferencia con respecto a la sacarina en que su repercusión es sobre la alteración en la flora intestinal, que forma parte del estudio desarrollado. Pero sí es verdad, como ha hecho referencia usted, que la sucralosa tras numerosos estudios se ha llegado a la conclusión que no afecta a la cantidad de glucosa glicosilada.
    Tampoco se ha asegurado que este estudio forme parte de una reevaluación, aunque deja que pensar si realmente los datos actuales son beneficiosos para la salud.

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