¿Qué ocurre en tu cerebro cuando te enamoras?
Encarnación Álvarez de la Fuente
Estefanía Jiménez Moraleda
Enamorarse
es un “juego” que se inicia en solo medio segundo, lo que tarda el cerebro en
desatar una oleada de sustancias químicas cuando se topa con su media naranja.
Enamorarse
genera en el organismo una auténtica "inundación" de sustancias
químicas que nos hacen sentir bien, y que también son responsables de
reacciones físicas como el enrojecimiento de las mejillas, la sudoración de las
palmas de las manos y la aceleración del latido cardíaco. Concretamente
el coctel cerebral de los enamorados está formado por dopamina,
adrenalina y norepinefrina.
¿En que se basa el cóctel del amor?
La dopamina provoca
sentimientos de euforia, mientras que la adrenalina y la norepinefrina hacen
que el corazón lata con fuerza y nos quitan el sueño.
A esto se suma que cuando nos enamoramos descienden los niveles de serotonina en nuestras neuronas, lo que explica por qué al principio de una relación "no tenemos ojos para nada más que para nuestra pareja"
A esto se suma que cuando nos enamoramos descienden los niveles de serotonina en nuestras neuronas, lo que explica por qué al principio de una relación "no tenemos ojos para nada más que para nuestra pareja"
Figura 2. El cóctel del amor
Enamorarse
provoca una respuesta adictiva similar a la de la cocaína. Cuando una persona
es víctima de las flechas de Cupido, se activan hasta 12 áreas cerebrales
encargadas de liberar neurotransmisores euforizantes como la dopamina y
hormonas como la oxitocina, asociada a los vínculos afectivos.
También se ponen en marcha
regiones cognitivas complejas encargadas de la representación mental y la
autoimagen corporal.
Las tres etapas del amor
En
la primera predomina la testosterona, que aumenta el deseo, y se
produce un pico de adrenalina que incrementa la presión sanguínea, el
ritmo cardiaco y la sudoración.
En
la segunda llega una atracción más elaborada: es el tiempo de la
feniletilamina, una sustancia producida por el cerebro que produce en
este una reacción en cadena y estimula la secreción de dopamina,
neurotransmisor que afecta a la respuesta emocional y la capacidad de
experimentar dolor o placer.
En
todo este proceso también aumentan los niveles de oxitocina, conocida como
“la hormona del amor”, que toma las riendas en el último escalón, el del
vínculo y el apego. En este periodo también circulan más vasopresina –otra
hormona relacionada con el apego– y serotonina, un neurotransmisor ligado
a estados emocionales.
- REFERENCIAS
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