domingo, 26 de noviembre de 2017

Lantus: ¿El fármaco definitivo contra la diabetes?

LANTUS: ¿EL FÁRMACO DEFINITIVO CONTRA LA DIABETES?


Iris Gabaldón Rubio
Cristóbal Rafael Ortiz Cantarero




El Lantus, conocido también como insulina glargina, es un fármaco que está formado por microcristales que liberan insulina lentamente y es utilizado para controlar el nivel de azúcar en la sangre de personas con diabetes. Aproximadamente tiene una concentración de 100 U/mL.




¿Cuándo se desarrolló este fármaco?

El desarrollo de la insulina glargina tuvo lugar en el centro de competencia biotecnológica de Sanofi-Aventis en Franckfurt-Höchst. A mediados del año 2000, la Comisión Europea aprobó el lanzamiento de este fármaco por parte de la filial de Sanofi-Aventus de Alemania en toda la Unión Europea. La admisión se prolongó en 2005 y diez años después, expiró en la mayoría de los países. Actualmente, está disponible bajo las marcas Basaglar y Abasaglar.
                                        Referencia: Sanofi-Aventis (26/11/17)


¿Cuál es el mecanismo de este fármaco y qué efectos tienen?

Este tipo de insulina es bastante similar a la insulina humana en términos de su cinética en cuanto a la unión del receptor de la insulina. Por tanto, tienen el mismo efecto farmacológico. Su actividad principal es la regulación del metabolismo de la glucosa.
La insulina y sus análogos disminuyen los niveles de glucemia mediante la estimulación de la captación periférica de glucosa, especialmente por parte del músculo esquelético y del tejido adiposo, y la inhibición de la producción hepática de glucosa. Además, la insulina inhibe la lipólisis en el adipocito, inhibe la proteólisis y estimula la síntesis de proteínas.
La insulina glargina se ha diseñado con el objetivo de que tenga baja solubilidad a un pH neutro. Es completamente soluble al pH ácido de la solución inyectable, pero tras su inyección en el tejido subcutáneo, la solución ácida es neutralizada, dando lugar a microprecipitados que liberan pequeñas cantidades de insulina glargina, proporcionando un suave y predecible perfil de concentración/tiempo sin pico, con una duración de acción prolongada.



                                            Referencia: Mecanismo del lantus (26/11/17)


Cabe destacar que la insulina glargina controla la diabetes, pero no la cura. Este medicamento puede causar cambios en el nivel de azúcar en la sangre. Por tanto, es importante conocer los síntomas de los niveles bajos y altos del azúcar en la sangre y qué hacer si se tienen estos síntomas. La insulina glargina puede provocar efectos secundarios como:
    
         - Enrojecimiento, hinchazón, dolor o picazón en el lugar de la inyección
         - Hinchazón de las manos o los pies
-        -Aumento de peso
-        -Tos
-        -Cambios en la sensación de la piel y acumulación de grasa

     ¿Cómo se debe de administrar?

La inyección de insulina glargina una vez al día alcanza niveles de estado estacionario 2-4 días después de la primera dosis. Por vía intravenosa la semivida de eliminación de la insulina glargina y de la insulina humana son comparables. Puede inyectarse insulina glargina en la parte superior del brazo, muslo o estómago. Nunca se puede inyectar insulina glargina en una vena o músculo. Además, es imprescindible el sitio de la inyección dentro del área elegida con cada dosis, y también, es importante evitar inyectar el mismo sitio más de una vez cada 1 o 2 semanas.

 


                                                      Fuente: Fármaco Lantus (27/11/17)

Conclusión

Con el descubrimiento de la insulina en el año 1922, se ha podido avanzar en el campo de la diabetología con el objetivo de combatir una enfermedad que conlleva a un problema de gran calado para la sociedad actual: la obesidad.
Los antidiabéticos orales desarrollados a lo largo de siglo XX y XXI han actuado mejorando la sensibilidad periférica a la insulina, facilitando la producción de insulina por las células beta del páncreas, retardando la absorción de glucosa en el intestino o favoreciendo su eliminación por las vías urinarias.
Lo que está claro es que este fármaco, posiblemente, se esté convirtiendo en el más consumido en todo el mundo dando lugar a una mayor producción y por tanto, a importantes ganancias económicas.

Referencias






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