domingo, 27 de noviembre de 2016

La evolución de la vida en Chernóbil

A pesar del accidente de la central nuclear de Chernóbil algunas especies de vegetales han sobrevivido en un suelo con una alta contaminación radiactiva.

Figura 1. Vegetación en Chernóbil.


¿Por qué sobrevivió la vegetación?
Para explicar esto en primer lugar se debe comprender lo que es la proteómica
Una vez conocida esta definición se podrá entender el experimento que se llevó a cabo: 

Un grupo de científicos analizaron plantas de soja que cultivaron en una granja situada en un terreno altamente contaminado, en los alrededores de Pripyat. [1]

Una vez que la planta creció y comenzó a dar semillas, estas se congelaron en nitrógeno líquido y luego se rompieron en piezas minúsculas para poder extraer una mezcla de proteínas. Posteriormente cada una de estas fue analizada con un espectrómetro

Como referencia hicieron algo similar con plantas cultivadas en otra granja, pero a 100 kilómetros de allí.

En un principio, los científicos descubrieron que las plantas llevaban a cabo un profundo cambio interior, ajustando los niveles de ciertas proteínas que las protegen contra las enfermedades y los metales pesados.


Figura 2. Vegetación que se adaptó a la radiación.

La mayoría de ellas estaban involucradas en la señalización celular. Pero el hallazgo  más importante fue ver cómo los niveles de cientos de proteínas responsables de activar otras semejantes habían descendido.

Gracias a ello, los niveles de Cesio 137 (un isótopo radiactivo) son extraordinariamente bajos en la soja.

La habilidad de lidiar con la radiactividad aparentemente provendría de su lucha por sobrevivir millones de años atrás, cuando las primeras formas de vida debieron soportar dosis masivas de radiación para desarrollarse. 

Estos mecanismos surgieron en parte por la inmovilidad de los vegetales, ya que a diferencia de otras formas de vida se ven forzadas a adaptarse o morir.

Mito: la radiación no fue en absoluto peligrosa.

Puesto que la zona de exclusión alberga una floreciente población de animales como lobos, venados, castores o jabalíes, algunos creen que la radiación causada por el accidente no era perjudicial para la salud. 

A pesar de esto, algunos de ellos presentan radiación y cientos de mutaciones y malformaciones. [2]


Figura 3. Lobo en Chernóbil. 
Se descubrió la adaptación de una especie de ave que comenzó a desarrollar mayores niveles de antioxidantes para protegerse de la radiación. [3]


Figura 4. Especie de ave que se adaptó a la radiación.

Como conclusión cabe destacar que si los científicos logran comprender cómo las plantas han sobrevivido a un ambiente tan hostil, podrán en un futuro cultivar, mediante bioingeniería, plantas saludables capaces de enfrentarse a situaciones extremas, como ser cultivadas en tierras poco fértiles.
También podrían abrirse nuevas posibilidades para el desarrollo de técnicas de protección contra la radiación cuyas aplicaciones prácticas serían inmensas, desde la protección de trabajadores nucleares hasta viajes espaciales.

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