lunes, 28 de noviembre de 2016

¿Los peces pueden tener sed?

¿Sabías qué los peces pueden tener sed?



Figura 1. Buscando a Nemo

Sí. Al igual que el resto de seres vivos que habitan nuestro planeta, los peces necesitan el agua para su supervivencia. Si no la ingiriesen,
morirían deshidratados [1].

El cuerpo de los peces está compuesto principalmente por agua. El líquido en su interior posee diferentes grados de salinidad y éste, al entrar en contacto con el agua de mar que puede ser más salada, se desarrolla dentro del cuerpo del pez un desbalance que debe ser equilibrado tomando agua.
Afortunadamente su organismo le concede dos formas de eliminar el aporte excesivo (o escaso) de sal: la osmorregulación [4].

Para poder entender qué es la osmorregulación primero debemos comprender qué es la ósmosis [2].

La ósmosis se define como “el movimiento, el paso o el flujo del agua, del líquido o gas (disolvente en una solución) entre los diferentes tipos de concentración de sustancias que pueden ser disueltas”. Para que todos nos entendamos: es un fenómeno que está basado en la búsqueda del equilibrio.

Durante la ósmosis, las dos disoluciones están separadas por la membrana semipermeable, ésta posee poros de dimensión molecular que solo deja pasar las moléculas del disolvente, no las del soluto. Es decir, el disolvente tiende a cruzar la membrana semipermeable hacia la solución con concentración más baja. De manera que, en esta disolución aumenta la cantidad de disolvente, disminuyendo en la otra disolución hasta que ambas se igualan.



Figura 2. Ósmosis

Este efecto continúa hasta que la presión hidrostática equilibre esta tendencia.
Entendiendo la ósmosis podemos pasar a la osmorregulación.
En la osmorregulación, según sean peces de agua dulce (hiperosmóticos) o de agua salada (hipoosmóticos) actúa de una forma u otra.

Peces de agua dulce [3]:

Viven en un medio hipotónico.
Son reguladores hiperosmóticos. Esto quiere decir que en un ambiente diluido mantiene la concentración de la sal de la sangre por encima del agua que lo rodea. Por lo tanto, el pez tendería a hincharse. Lo evita ya que el agua entra por ósmosis a través de las branquias, para eliminar ese exceso de agua el riñón lo excreta a través de una orina diluida para evitar la pérdida de las sales. Por otra parte, en las branquias se absorben sales que  hay en el ambiente externo y de esta manera evitar perder la cantidad que tiene dentro.
A través de la comida y el agua recupera esas sales.


Figura 3

Peces de agua salada [3]:

Viven en un medio hipertónico.
Son reguladores hipoosmóticos. Esto quiere decir que en un ambiente concentrado mantiene la concentración de la sal de la sangre por debajo del agua que lo rodea. El pez lo compensa tomando agua del mar que es absorbida por el estómago y ahí las sales viajan a través de la sangre hasta las branquias donde las células encargadas y especiales para excretar la sal las conducen hasta el medio externo. Las sales que quedan en el estómago son expulsadas a través de las heces o a través del riñón a través de urea o sulfato de magnesio.


Figura 4

Como conclusión, se puede afirmar que todos los animales regulan su medio interno de acuerdo al medio en el que viven. Al fin y al cabo, todos los seres vivos necesitan agua para poder sobrevivir.

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