martes, 4 de diciembre de 2018

¿Es realmente malo el papel de aluminio?

Existen muchas ideas erróneas sobre el uso del papel de aluminio. Quizá la mayoría de vosotros en algún momento habéis escuchado a alguien decir que el papel de aluminio es tóxico, que es peligroso usarlo para cocinar, que solo una de sus dos caras es la correcta y la otra no se puede poner en contacto con el alimento y un largo etcétera. 

Este tipo de ideas están tan extendidas que solo haciendo un clic podemos encontrar en Internet gran cantidad de información como esta. Incluso existen personas que intentan hacer creer que sindicatos en el sector de la sanidad como el CSI-F (central sindical independiente y de funcionariado) fomenta ideas erróneas publicando falsas notas de prensa.
El problema de tanta información abrumadora es tener juicio propio para contrastar y reconocer si lo que nos están vendiendo es cierto o no.



¿Cuál es el lado bueno?

Una de las mentiras más extendidas es que el papel de aluminio tiene un lado por el que debe usarse. Preguntando a la gente pudimos comprobar que esta idea está bastante interiorizada, pero realmente no se ponen de acuerdo en cuál de ellos es el lado correcto y por qué motivo. Algunos dicen que el lado que debe envolver el alimento es el lado brillante, ya que el lado mate no tiene esa "capa de protección" que hace que no se transfieran  partículas de aluminio a los alimentos. Otros, por el contrario, creen que se debe colocar la capa brillante hacia el exterior ya que al ser una superficie reflectante protegerá mejor los alimentos. Y ahora mismo, lo más seguro es que vosotros los lectores también os estéis preguntando, ¿cuál es el lado bueno? Lo cierto es que no importa qué lado se use ya que químicamente, el papel de aluminio es idéntico por ambos lados. La diferencia en el brillo de las caras del papel no es más que una consecuencia del método de fabricación.


En este vídeo del programa "En Ruta con la Ciencia", emitido en Aragón Televisión y dirigido por Carlos Pobes, físico e investigador del Instituto de Ciencias Materiales de Aragón, se explica muy bien por qué el papel de aluminio tiene dos caras de aspectos diferentes y por qué no es perjudicial para la salud.


¿Por qué tiene las dos caras diferentes?

El aluminio es calentado y estirado en unos rodillos hasta conseguir una fina lámina. En el último proceso de estirado se busca un grosor tan pequeño que es necesario introducir dos láminas de forma simultánea. Las caras del aluminio que están en contacto entre sí sufren fricción eliminando el brillo de este, en cambio las caras que están en contacto con los rodillos no sufren tal fricción, manteniendo su brillo inicial. Por tanto, es indiferente la cara del papel de aluminio que toque el alimento.



En el siguiente vídeo del programa "Así se hace", de Discovery Channel se explica el proceso de fabricación del papel de aluminio.


El papel de aluminio en la cocina

Imagen 2. Patatas horneadas
Otro interrogante muy extendido entre la sociedad es si se puede cocinar con papel de aluminio. En líneas generales no existe ningún problema gracias al pasivado que sufre este metal, que es una fina capa de óxido que queda fuertemente adherida a la superficie del metal evitando que el interior entre en contacto con el exterior, lo que lo hace un metal que difícilmente puede reaccionar con el aire atmosférico y en ningún caso los hornos de uso doméstico pueden alcanzar la temperatura necesaria para fundir el aluminio que es de 660ºC. Sin embargo, se debe tener cuidado con los alimentos muy ácidos, ya que estos sí pueden llegar a disolver las partículas de aluminio que queden adheridas al alimento.





Las fuentes confirmadas no dicen lo mismo

Si bien es cierto que existe la posibilidad de transferir aluminio a los alimentos, esta transferencia estaría muy por debajo del límite legal establecido para la ingesta de aluminio que está en 1 mg/Kg·pc/semana (1 miligramo por cada kilogramo de peso corporal a la semana), según datos del CSIC (Consejo Superior de Investigadores Científicos), organismo dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y de AESAN (Agencia Española de Seguridad en Alimentos y Nutrición), organismo dependiente del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.


En definitiva, el aluminio es un elemento muy abundante en la superficie terrestre y se utiliza para todo tipo de utensilios de cocina, latas de bebidas, envoltorios, revestimientos de horno... Prácticamente todos los alimentos, el agua y la tierra contienen aluminio. La exposición al aluminio no es perjudicial, pero no deja de ser peligroso si entra en el organismo a niveles altos, como ocurre con cualquier sustancia química que se ingiera en altas dosis.


Referencias

Autores

Jorge de Haro Niza y Mª Ángeles Oliva Lamarca


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